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Momia Tutankamon

Sarcófago que se abre y dentro contiene momia de Tutankamon.

Fabricado en Egipto artesanal pintada a mano, material: resina.

24cm de alto.

¡Con muchos detalles, si amas la antigua cultura egipcia o las obras artesanales hechas totalmente a mano no te puedes quedar sin ella!

53,00 

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Descripción

Este producto se trata de un Sarcófago que se abre y dentro contiene momia de Tutankamon. Fabricado en Egipto artesanal pintada a mano, material: resina. 24cm de alto. ¡Con muchos detalles, si amas la antigua cultura egipcia o las obras artesanales hechas totalmente a mano no te puedes quedar sin ella!

 

¿Quién es Tutankamon?

Este fue un faraón del Antiguo Egipto y último monarca de su familia real en el final de la dinastía XVIII que gobernó entre 1334 y 1325 a.C. según la cronología convencional del Imperio Nuevo de la Historia de Egipto. Su padre era el faraón Akenatón, que se cree estaba enterrado en la tumba KV35, mientras que su madre era la hermana de este. Tutankamón accedió al trono con ocho o nueve años bajo la tutela del visir Ay (penultimo faraón de la XVIII dinastía egiptica), que finalmente sería su sucesor y probablemente también era pariente.

 

¿Qué es una momia?

Las momias son denominadas a los cadáveres de un ser humano o de otro animal que, mediante embalsamiento (práctica tanatopraxia en la que se utiliza generalmente sustancias químicas como escial resinas obálsamos para preservar la integridad de los cadáveres evitando su putrefacción) o por circunstancias naturales, el cuerpo se ha mantenido en un estado aceptable de conservación mucho tiempo después de su muerte. La momificación egipcia consistía en: primero lavar y perfumar por fuera el cadáver; extraer sus órganos para guardarlos en uno vasos llamados “vasos canopos”; rellenar el vientre con mirra; sumergir el cuerpo en natrón por 70 días; secado del cuerpo y rellenado de este con mirra; como penúltimo paso se envolvía el cadáver con vendas impregnadas en resinas entre las que eran colocados amuletos; y finalmente eran guardados en uno a tres sarcófagos (recipiente generalmente tallado en piedra, destinado a contener un cadáver) uno dentro de otro.